Si tuvieras una cita con el Gobernador para exponerle un proyecto, estoy segura que te prepararías a más no poder para ser claro y específico con lo que quieres lograr.
No te aparecerías diciendo “… es que yo he pensado que quiero hacer algo, algo bonito… que me llene…“ porque el señor Gobernador te despacharía en pocos segundos.
Antes de llegar a la cita prepararías las respuestas para poder decir:
- Mi proyecto consiste en…
- El beneficio que tendría para la sociedad sería…
- Mi motivación personal para hacerlo es…
El Gobernador revisaría que tu nivel de compromiso fuera alto, que representara un beneficio para sus electores y de ser así, te otorgaría el permiso.
Lo triste es que en mi experiencia, el Señor Gobernador nos merece más respeto del que nos merecemos nosotros mismos. Todos los días al levantarnos tenemos una cita con la vida para plantearle los mismos argumentos y para esa reunión no nos preparamos como es debido.
Las 3 preguntas claves para el éxito:
- ¿En qué consiste tu proyecto?
- ¿Qué beneficio trae a la sociedad?
- ¿Cual es tu motivación personal para hacerlo es?
La cruda realidad
Desde hace años vengo oyendo este tipo de respuestas a las preguntas clave para el éxito:
- A mí me gustaría hacer algo, pero no sé qué…
- ¿En qué forma contribuyo a la sociedad? No sé… supongo que no matando?
- ¿Que qué me aporta ese trabajo? Pues, me pagan!
Mi pregunta es…
¿Serías capaz de llegarle al Gobernador con esas mismas respuestas?
Estoy segura de que no y probablemente sea porque quieres aprovechar al máximo la oportunidad que se te está brindando. Eres consciente de que tu desempeño depende de la claridad con la que expongas tus ideas y la forma en que las vendas.
Tienes claro que para conectar con el Gobernador es necesario analizar sus necesidades y decirle con qué talentos cuentas para solucionarlas, de manera que él abra los ojos y piense que alguien así merece una oportunidad. Sabes de sobra que tu nivel de éxito es directamente proporcional a hacer la tarea.
¿Qué te hace pensar que en el juego de la vida tu desempeño se mide diferente?
La vida no es ni tonta ni mala negociante. Las oportunidades son un medio de expresión de la naturaleza para compensar lo que alguien está dispuesto a aportar.
¿No sería absurdo pensar que…
- El Gobernador va a abrir el directorio telefónico y va a marcar aleatoriamente tu número para ver si de casualidad le puedes solucionar un problema?
- Las oportunidades siempre las reciben las personas que no tienen idea cómo manejarlas?
- Si no tienes nada para dar, todos te van a perseguir para que recibas lo que ellos están muertos de ganas de entregarte?
Eso contraviene todas las leyes de la naturaleza. Si quieres ser el CEO de tu carrera tienes que cuestionarte qué es lo que tienes para aportar y presentarte con argumentos claros. Hay que tener la visión clara.
La vida, como el Gobernador, te haría las 3 preguntas claves para el éxito y revisaría tu nivel de compromiso, que tu proyecto representara un beneficio para la gente y siendo así te otorgaría el permiso.
Cuestiónate a ti mismo y…
- Descubre cuál es la motivación de tu alma para hacer las cosas por las que te gustaría que te pagaran.
- Determina cuáles son los dones y talentos con que puedes aportar a la sociedad y piensa en formas de explotarlos económicamente.
- Una vida que no tiene un punto de enfoque se dispersa y no rinde. Reflexiona a dónde llegarías si lo tuvieras.
No dejes que la vida se te escape esperando que ella venga por ti. La felicidad está a la vuelta de la esquina, pero los CEOs salen a buscarla!